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domingo, noviembre 27, 2005

Molestias subterráneas

Me pone de muy mal humor a la mañana la gente que ocupa el lugar que no debería en el subte, a saber:

- los que están sentados o mejor dicho acostados y con sus piernas no dejan espacio al que está parado, no corren su pie y uno debe hacer equilibrio con las piernas ubicadas en cualquier lugar, soportando durante todo el viaje tener el pie torcido porque no hay otro lugar donde ponerlo;

- el individuo que "crea un nuevo espacio" donde no existe, y te apoya la espalda, mochila, bolso o lo que fuera durante todo el viaje (no ves tarado/a que no hay espacio para vos acá, me estás presionando con esa mierda que tenés ahí)

- cuando están formadas dos hileras de "parados", viene uno y quiere armar una tercera en medio de los dos pero con todas las porquerías que trae colgando,

- el que se va a poner de espaldas de uno pero en vez de colocarse en el lugar correspondiente se para de la mitad (imaginaria) para el lado de uno y no para el otro lado! (corréte para atrás pedazo de bol...).

Sin embargo, cuando está a full-full no me molesta, es más, me divierte que la gente grite (y yo también lo hago) "no, no, no hay más lugar!" a aquellos que intentar entrar a la fuerza (pero convengamos que no para viajar todos los días).

En el regreso a casa en subte, tengo mis manías: lo tomo en estación Catedral, debo meterme en la última puerta del primer vagón o en su defecto en la primera del segundo (para luego bajarme exactamente donde está la escalera mecánica y ser la primera en llegar) y el asiento a elegir es el del medio... no vaya a ser que en la estación siguiente venga una embarazada, un anciano y se lo tenga que dar... :$ (acabo de avivar a unos cuántos, no me copien la idea!)