El país que no miramos 01

Zapiola al 900

sorpresas te da la vida

Recibo un sms que dice: te compré un regalo, mañana te lo doy. No es un mensaje habitual, es un mensaje casi soñado, nunca esperado. Mi intriga pasó por varias etapas, pensar qué podía ser, sabiendo que el día anterior yo me había comprado unas cositas y le había comentado otras que también quería pero que no me las había comprado aún. Al día siguiente me dice: no es nada para que te lo pongas encima (desilusión para mí) es algo que si no lo tenés no te das cuenta (dije zas! un adorno para la casa... un cisne de acrílico para centro de mesa... qué se yo... espero que se pueda cambiar) pero lo ví y era indicado para vos, la vendedora me dijo que era una excelente oportunidad. Es pesado, después venís a mi casa y te lo llevás.
Mi miedo con los regalos no esperados es que no me guste y mi cara se nota mucho, no puedo mentir, pero admito que cuando me lo dió dije: síiiii, tenías razón! muchísimas gracias!!!