La ventana indiscreta II
Era un miércoles, regreso a mi casa después de gym, entro a mi habitación, prendo la luz ya que está oscuro por la hora y por tener la persiana baja, pero que permite la salida de la luz hacia afuera, me saco la remera que estaba toda mojada, me quedo en corpiño y jogging, me acuesto a hablar por teléfono en la cama, y escucho gritos que dicen: "ecina" ... "ecina" ... "vecina" ... "segundo ocho" (es un piso y depto, el mío!) "vecina" "vení a tomarte unas cervecitas"...